Recomendaciones Generales

1) Estas herramientas están diseñadas para aplicarse de manera grupal. La creación de espacios de comunión e intercambio, son ya en sí mismos benéficos, por lo que recomendamos crear grupos con encuentros periódicos (1 vez por semana o quincena) para trabajar y compartir a través del arte.

2) El programa está diseñado de manera progresiva, aumentando con cada nivel la dificultad de los ejercicios. Recomendamos dar más tiempo a los primeros niveles, sobre todo si son grupos que recién se forman.

3) La repetición es un factor muy importante en la aplicación de las herramientas. Recomendamos repetir los ejercicios más de una vez con el mismo grupo para profundizar en el impacto y permitir a las participantes ser testigos de su propio progreso, lo cual ayudará a fomentar la confianza y autoestima de las mismas, contribuyendo a su empoderamiento y recuperación.

4) Si bien las artes son una herramienta útil para la atención y reparación psico-emocional, este programa no es un tratamiento terapéutico en sí mismo y no sirve para sustituir una atención especializada a las víctimas de violencia. Sin embargo, al fomentar  la creatividad y trabajar en el conocimiento y desarrollo de habilidades socioemocionales y expresivas de las participantes, podemos fomentar espacios de cambio que apoyen  sus procesos terapéuticos.

5) Por lo anterior, recomendamos enfocar todas las meditaciones y exploraciones al presente y futuro para evitar revivir experiencias que puedan ser negativas o traumáticas en las participantes.

6) El seguimiento y evaluación de la aplicación del programa es muy importante, por lo que recomendamos dar seguimiento a través del FORMULARIO DE IMPACTO que proporcionamos. De esta manera, contribuiremos a la mejora, desarrollo y ampliación de este y otros programas artísticos comunitarios y sociales.

Para más información, dudas o comentarios, escríbenos a info@proyectoama.mx

Decálogo de facilitación

Antes de iniciar con la aplicación de las herramientas y el programa te hacemos algunas recomendaciones para apoyar la facilitación basadas en el método de enseñanza Hunter, diseñado por Madeleine Hunter. 

1.- Preparación y disposición: Enfocar la energía grupal e individual a través de ejercicios o rituales de calentamiento (VER: Ejercicios de apertura y cierre) para ayudar a disponer la energía de la sesión. Esto ayudará a llamar la atención del grupo y establecer una clara transición que diferencie la energía cotidiana de la energía de trabajo. 

2.- Objetivo y Propósito: Conocer con claridad cuál es el objetivo y propósito de cada ejercicio ayudará a transmitir de manera clara y efectiva las instrucciones y a alcanzar las metas deseadas. La facilitadora/facilitador puede determinar compartir estos objetivos de antemano con las participantes o no, dejando que éstas experimenten primero las sensaciones que les produce y luego las racionalicen. 

3.- Instrucciones: Cómo se presenta la actividad de manera efectiva y clara a través de vocabulario sencillo y común para que las participantes tengan toda la información necesaria antes de comenzar. 

4.-Ejemplo y modelado: Demostrar con ejemplos claros la dinámica de cada actividad. Es importante que las participantes vean qué y cómo habrán de realizar cada ejercicio para fomentar la confianza y seguridad cuando sea su turno de hacerlo. 

5.-Comprobación de comprensión: Asegurarse que todas las participantes han entendido la información presentada. Se puede utilizar una variedad de preguntas como estrategia de comprobación como “¿Están claras las instrucciones?” “¿Alguien tiene alguna duda?” “¿Podemos continuar con la actividad?” 

6.- Práctica guiada o independiente: Determinar, dependiendo de los objetivos a lograr o de las circunstancias de cada grupo y actividad, si la facilitación será guiada, acompañada a cada paso por la facilitadora/facilitador; o si por el contrario se otorga mayor libertad en la realización de cada actividad. Por ejemplo, si es una actividad que ya se ha hecho con anterioridad, se puede fomentar la práctica independiente o rotar el rol de guía.

7.-Cierre: Al finalizar una actividad o la sesión, la facilitadora/facilitador da pie a las participantes para que compartan su experiencia y aprendizajes, otorgando un espacio de escucha, diálogo y reflexión. 

Finalmente, es importante recordar que no hay una forma correcta o incorrecta de hacer los ejercicios. Las herramientas de teatro aplicado utilizadas en este programa, proponen un modelo de enseñanza alejado del esquema acierto/error. Las artes escénicas nos enseñan que, al no existir una única forma de reaccionar y resolver, lo importante no recae en la meta, sino en el proceso. 

Celebrar las diferencias de aproximación de cada participante a los ejercicios ayudará a aumentar la confianza y empoderamiento de las mismas, brindando un espacio seguro de entendimiento propio, desarrollo personal y respeto a la diversidad, fomentando las relaciones equitativas. 

 

 

 

 

Bibliografía

HUNTER, MADELINE. 1979. “Teaching Is Decision Making.” Educational Leadership 37 (1):62–65.

HUNTER, MADELINE. 1982. Mastery Teaching. El Segundo, CA: TIP Publications.

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