Iniciación y calentamiento
NIVEL 1: INICIACIÓN Y CALENTAMIENTO
- Esto es para ti
NIVEL
Iniciación y Calentamiento
NOMBRE DE LA ACTIVIDAD
Esto es para ti
NÚMERO DE PERSONAS
4-30
TIEMPO ESTIMADO
10-15 minutos
INSTRUCCIONES DE FACILITACIÓN
En este juego, las participantes intercambian regalos imaginarios con distintas características. Comenzamos en círculo. La primera participante ofrece un regalo imaginario a la persona que tiene al lado, ésta lo recibe y después pasa un nuevo regalo a la siguiente persona hasta que todas han dado y recibido por lo menos una vez. Acompañando la acción de dar y recibir regalos, incluimos el siguiente diálogo:
A: Esto es para ti (ofreciendo el regalo)
B:¿Para mí? (antes de tomar el regalo)
A: Si, para ti. (ofreciéndolo de nuevo)
B: Gracias. (tomando el regalo)
Además, la persona que está entregando el regalo, ha de mimar o reflejar en su cuerpo las cualidades de ese regalo. Por ejemplo, si es un objeto grande, lo entregará con los brazos abiertos, o si es muy chiquito, lo entregará como si lo estuviera cogiendo con dos dedos. A su vez, la persona que recibe el regalo adapta su manera de recibir en función de lo que proponga la compañera. Es decir, que si mi compañera me entrega algo con mucha delicadeza, yo lo tomo también con mucha delicadeza; o si por ejemplo me entrega algo que parece muy pesado, yo mimo con mi cuerpo que estoy recibiendo algo muy pesado.
Se pueden hacer tantas rondas cómo se deseen, hasta que la facilitadora sienta que la energía va disminuyendo y entonces indique el fin del ejercicio.
Si es la primera vez que se realiza el ejercicio, se realiza un círculo de reflexión. Si ya se realizó varias veces, bastaría con un simple chequeo general, para ver cómo se sienten las participantes.
JUSTIFICACIÓN PEDAGÓGICA
A corto plazo, este juego puede servir para generar un ambiente positivo y disponer los ánimos y los cuerpos para participar de manera colectiva. Además, a largo plazo, puede ayudar a fomentar la conexión y la confianza entre las mujeres.
Subyaciendo a este ejercicio, está el principio de dar y recibir, y la calidad de nuestra escucha cuando lo hacemos. Inconscientemente, y sobre todo a través de la repetición de este tipo de dinámicas a lo largo del tiempo, estamos naturalizando y fomentando las relaciones equitativas, en las cuales, damos y recibimos a partes iguales. Además, es una oportunidad para explorar y para plantearse la calidad y la forma que tenemos de dar y de recibir.
CONSIDERACIONES DE FACILITACIÓN
Antes de comenzar a jugar es importante asegurarse de que todas las participantes entendieron bien la dinámica, para que una vez comenzado el juego, se pueda generar un ritmo constante y fluido que ayude a las participantes a soltarse y dejarse llevar por la escucha hacia la otra persona, y no tanto por la intelectualización del ejercicio. Este juego incluye tres instrucciones (las acciones, el diálogo y la recreación de distintos objetos); así que es necesario ofrecer a las participantes una clara demostración para que las asimilen mejor. Para ello, la facilitadora puede pedir a alguna de las mujeres que le ayude a hacer esta demostración, y poner tantos ejemplos como haga falta para que se entienda.
Idealmente, se hará más de una ronda completa dando y recibiendo. Se pueden hacer varias rondas para alcanzar mayor fluidez y espíritu de juego. Ya que la facilitadora forma parte del círculo, es importante que aproveche su turno dando y recibiendo regalos, sirviendo de inspiración para las participantes. Por ejemplo, si sucede que el grupo está tendiendo a hacer todos los objetos chiquitos, la facilitadora puede, en su turno, mimar un regalo enorme, y así romper la monotonía. También puede probar distintas cualidades como, por ejemplo: un objeto pegajoso, suave, que pincha, que se le resbala de las manos, que bota en el suelo, que cambia de forma, etc. En definitiva, cuanto más juguetona y creativa se muestre la facilitadora, más posibilidades de que las participantes emulen esta actitud.
CÍRCULO DE REFLEXIÓN
SOBRE EL CÍRCULO DE REFLEXIÓN:
La práctica reflexiva tiene enormes beneficios en el aumento de la autoconciencia, que es un componente clave de la inteligencia emocional, y en el desarrollo de una mejor comprensión de los demás y de una misma. Además, nos ayuda a desarrollar nuestro pensamiento creativo y fomenta la participación. Las experiencias y los descubrimientos que surgen a través del juego teatral se ven afianzados cuando se articulan y se comparten con el resto de grupo. Por eso, es importante que después de cada actividad, incluida esta, se genere un espacio para reflexionar sobre la misma.
Para ello, proponemos que las mujeres hagan un círculo (pueden estar de pie, o sentadas, según necesiten) y que se les invite a compartir cómo vivieron el ejercicio. La duración de este círculo puede variar, dependiendo de las necesidades del grupo y del momento. Si es la primera vez que se realiza el ejercicio, conviene tomarse más tiempo. El círculo de reflexión pretende ser un diálogo entre las participantes, en el cual, además de compartir sus propias reflexiones, pueden escuchar y nutrirse de las de sus compañeras. La facilitadora ha de moderar esta conversación, asegurándose por un lado de que haya una participación equitativa, es decir, que todas las voces sean escuchadas, así como promoviendo la reflexión mediante preguntas. En este sentido, la facilitadora tiene libertad para elegir las preguntas que le resulten más apropiadas en cada momento. No obstante, sugerimos algunas preguntas a continuación.
PARA ESTE EJERCICIO:
¿Cómo se sienten ahora?
¿Qué fue lo que más les gustó del ejercicio?
¿Qué les gustó más, dar los regalos, recibirlos o las dos cosas por igual?
En tu vida real, ¿Cuándo te sientes más cómoda dando, recibiendo o ambas por igual?
¿Qué crees que es más importante, dar, recibir o ambas por igual?
BIBLIOGRAFÍA
Este ejercicio está basado en la dinámica de “la pelota imaginaria”, de origen incierto, aunque descrito y practicado por numerosos pedagogos teatrales del mundo.
El diálogo supone una variación de esta dinámica, que el equipo AMA desarrolla en base a su experiencia y práctica en la facilitación de talleres de teatro aplicado.
- Llego tarde a trabajar
NIVEL
Iniciación y Calentamiento
NOMBRE DE LA ACTIVIDAD
Tarde a trabajar
NÚMERO DE PERSONAS
6-30
TIEMPO ESTIMADO
15-30 minutos
INSTRUCCIONES DE FACILITACIÓN
En este juego, una participante va a salir de la habitación, y al volver, tendrá que adivinar por qué llega a tarde a trabajar, cómo llegó al trabajo y en qué consiste su trabajo. Sus compañeras le ayudarán, mimando las respuestas, que previamente eligió el público.
Se pueden jugar tantas rondas como se desee, aunque se recomienda jugar varias para que las mujeres puedan pasar por los distintos roles.
Por cada ronda, habrá una jefa (la facilitadora), una trabajadora (que tiene que adivinar), dos compañeras de trabajo (tres si es un grupo muy grande) que mimarán las respuestas, y el público (el resto de las participantes).
Una participante sale de la habitación. La facilitadora recibe sugerencias del público de por qué llegó tarde al trabajo, cómo llegó y cuál es su trabajo. Una vez pactadas estas respuestas, la persona vuelve a entrar y se disculpa con su jefa, mientras trata de adivinar las respuestas que las “compañeras de trabajo” están actuando. Por otro lado, el público, ayudará también a la trabajadora diciendo “ohh” cuando dé una respuesta poco acertada y aplaudiendo cuando esté cerca de la respuesta acertada.
Ejemplo:
Trabajadora: Buen día, siento llegar tarde.
Jefa: Buen día. Está bien, pero ¿qué le pasó? ¡Cuénteme!
Trabajadora: Oh sí, lo que pasó fue que…
Las compañeras, detrás de la jefa, miman la razón de llegar tarde.
Trabajadora: ¿Me disparó un láser? ¿Me golpeó un meteorito? ¿Estaba jugando fútbol y alguien me lanzó la pelota a la cara?
Jefa: Ay, sí, eso suena bien doloroso. Apuesto a que tuviste problemas para llegar aquí después de eso.
Las compañeras, detrás de la jefa, miman cómo llegó al trabajo.
Trabajadora: ¿Tuve que montar un delfín? ¿Montar en un gatito? ¿Vine montada a caballo?
Jefa: Bueno, al menos estás aquí ahora. ¡Qué bueno que te prestaron un caballo! Será mejor que te pongas a trabajar. Espero que no hayas olvidado lo que hacemos aquí.
Las compañeras, detrás de la jefa, miman el trabajo y el lugar de trabajo.
Trabajadora: No, claro que no. Me encanta mi trabajo…. ¿cortando sandías? ¿arreglando zapatos? ¿haciendo tortas?
Jefa: ¡Por supuesto que sí! Bueno, pues ya es bien tarde así que vamos a todas a hacer tortas.
La facilitadora puede dar por concluido el ejercicio cuando lo desee, dependiendo del nivel energético y de implicación del grupo, y del tiempo que se disponga. Idealmente, cuando todas hayan participado como compañeras de trabajo o como trabajadoras, al menos una vez.
JUSTIFICACIÓN PEDAGÓGICA
Por un lado, el esfuerzo conjunto de las compañeras de trabajo por mimar las respuestas, y los intentos fallidos de la trabajadora por adivinarlas, resulta en una comicidad que fomenta la risa y el buen humor, y por tanto nos conecta con el momento presente y el disfrute. Además, este juego, tiene la ventaja de implicar a todo el grupo, ya que todas las participantes, incluidas las que hacen el rol de público, tiene una misión. Como ejercicio de iniciación y calentamiento, además de activarnos físicamente y energéticamente, nos ayuda a estar más disponibles así como a escucharnos mejor. Asimismo, a largo plazo, compartir momentos creativos y divertidos como este, nos ayudan a sentirnos más acompañadas y capaces de enfrentar el día a día.
Por otro lado, de manera implícita, este ejercicio sirve para naturalizar e incluso positivizar los errores. No solo no se penalizan, sino que se transforman en algo divertido, y por lo tanto, aceptables. Es importante fomentar este tipo de experiencias que nos ayudan a perder el miedo a cometer errores. Para ser creativas tanto en el teatro como en la vida, hemos de reformular nuestros errores como parte del aprendizaje, de la búsqueda, y del crecimiento. El miedo a equivocarnos nos paraliza, nos empequeñece y no nos deja salir de nuestra zona de confort, incluso cuando esa zona de confort nos está destruyendo, como puede ser el caso de una relación de violencia. Uno de los factores que nos hacen sentir empoderadas, es la creatividad para imaginar distintas soluciones y posibilidades, así como el no tener miedo a probarlas, aunque fracasemos, y tengamos que volver a empezar.
CONSIDERACIONES DE FACILITACIÓN
Cuando ya se ha jugado este juego varias veces y las participantes lo disfrutan y se muestran proactivas, se puede proponer que ellas hagan también el rol de “la jefa”. Pero las primeras veces, se recomienda que este lo haga la facilitadora, ya que, desde su rol, puede ayudar a reconducir el ejercicio cuando se necesite. Es decir que, si a la participante le está costando mucho adivinar las respuestas, ella puede ayudar, desde su rol de jefa, dando pistas verbales. Por ejemplo:
Hemos pactado que estamos en una panadería, pero después de un rato, la participante que interpreta a la trabajadora, no logra adivinarlo. La jefa/facilitadora podría decir algo como: “bueno, espero que tus compañeras hayan horneado ya esos panes”. O si, por ejemplo, el motivo por el que llega tarde a trabajar es que un perro le mordió el pie y no está pudiendo adivinar, la facilitadora podría decir algo como: “Oye, y ¿qué les pasó a tus zapatos de trabajo?, parece que te los hubieran mordido.
Es importante tener en cuenta que estamos jugando los roles de jefa-trabajadora, que per se representan una relación asimétrica de poder. Por este motivo, la facilitadora ha de ser muy cuidadosa a la hora de actuar el rol de “jefa” y de ninguna manera, interpretar un rol de jefa abusiva o autoritaria. Por el contrario, la facilitadora/jefa tendrá una actitud más bien comprensiva y de cuidado.
Finalmente, es importante que la facilitadora sienta el ritmo del ejercicio y pueda estar perceptiva, por ejemplo, si ya pasó mucho tiempo y la participante no logra adivinar, o simplemente le dio un ataque de risa, poder continuar a que adivine lo siguiente. Como con otras actividades, lo importante no es adivinar exactamente las razones, sino disfrutar del proceso de comunicación y escucha grupal.
CÍRCULO DE REFLEXIÓN
SOBRE EL CÍRCULO DE REFLEXIÓN:
La práctica reflexiva tiene enormes beneficios en el aumento de la autoconciencia, que es un componente clave de la inteligencia emocional, y en el desarrollo de una mejor comprensión de los demás y de una misma. Además, nos ayuda a desarrollar nuestro pensamiento creativo y fomenta la participación. Las experiencias y los descubrimientos que surgen a través del juego teatral se ven afianzados cuando se articulan y se comparten con el resto de grupo. Por eso, es importante que después de cada actividad, incluida esta, se genere un espacio para reflexionar sobre la misma.
Para ello, proponemos que las mujeres hagan un círculo (pueden estar de pie, o sentadas, según necesiten) y que se les invite a compartir cómo vivieron el ejercicio. La duración de este círculo puede variar, dependiendo de las necesidades del grupo y del momento. Si es la primera vez que se realiza el ejercicio, conviene tomarse más tiempo. El círculo de reflexión pretende ser un diálogo entre las participantes, en el cual, además de compartir sus propias reflexiones, pueden escuchar y nutrirse de las de sus compañeras. La facilitadora ha de moderar esta conversación, asegurándose por un lado de que haya una participación equitativa, es decir, que todas las voces sean escuchadas, así como promoviendo la reflexión mediante preguntas. En este sentido, la facilitadora tiene libertad para elegir las preguntas que le resulten más apropiadas en cada momento. No obstante, sugerimos algunas preguntas a continuación:
PARA ESTE EJERCICIO:
Preguntas sugeridas:
¿Cómo se sienten ahora?
¿Qué fue lo que más les gustó del ejercicio?
¿En qué papel se sintieron más cómodas?
¿Qué ocurría cuando la empleada cometía errores? : a raíz de esta pregunta, se puede introducir la temática de “el error”, y como generalmente asociamos los errores a algo malo, cuando en realidad, son indispensables e incluso positivos en cuanto a que podemos aprender de ellos. En este caso, los errores dan sentido al juego, porque nos hacían reír, pasarla bien, y hacían por ejemplo que las “compañeras de trabajo” tuvieran que esforzarse más.
¿Qué significa para ustedes el cometer un error? ¿Les da miedo, les preocupa, no les importa, creen que es algo positivo? ¿Pueden pensar en algún error que cometieron en su vida, del cual aprendieron algo?
BIBLIOGRAFÍA
E
ste ejercicio está adaptado a partir del juego de improvisación teatral “Late For Work/Tarde a trabajar” descrito por Bob Bedore.
Bedore, B. (2004). Improv games for children and adults. E.E.U.U: Hunter House Publishers .
- ¿Puedo tomar tu lugar?
NIVEL
Iniciación y Calentamiento
NOMBRE DE LA ACTIVIDAD
¿Puedo tomar tu lugar?
NÚMERO DE PERSONAS
6-30
TIEMPO ESTIMADO
10-15 minutos
INSTRUCCIONES DE FACILITACIÓN
Este juego consiste en ocupar el lugar de nuestras compañeras, pidiendo antes su consentimiento. Para este ejercicio, trabajaremos en círculo, de pie.
Primera parte:
Una persona, digamos María, comienza haciendo contacto visual con alguien, digamos Julia. Después, llamándola por su nombre, le pregunta si puede tomar su lugar. Una vez que Julia ha dado su consentimiento de manera explícita, esta puede caminar hacia ella y ocupar su lugar.
Mientras María camina hacia Julia para tomar su lugar, Julia ya está haciendo el mismo proceso con otra persona, para que para cuando María haya ocupado su lugar, Julia ya esté caminando hacia uno nuevo.
Ejemplo:
A: Julia, ¿puedo tomar tu lugar?
B: Si, por supuesto.
B: Lola, ¿puedo tomar tu lugar?
C: Adelante.
C: Ana, ¿puedo tomar tu lugar?
D: De acuerdo, tómalo.
Segunda parte:
Una vez la dinámica se ha practicado lo suficiente y se consigue cierta fluidez, podemos incluir una nueva capa de complejidad. Esta vez, las participantes no solo tendrán la posibilidad de dar su consentimiento, sino que también podrán decidir no darlo. En caso de que no se nos de consentimiento para ocupar el lugar de otra persona, lo que haremos será preguntar de nuevo a otra persona, hasta que alguien nos deje ocupar su lugar.
Ejemplo:
A: Julia, ¿puedo tomar tu lugar?
B: No, ahora no.
A: De acuerdo.
A: (a una nueva participante) Gabriela, ¿puedo tomar tu lugar?
C: Sí que puedes.
El ejercicio concluirá cuando la facilitadora considere que se practicó lo suficiente y que todas las mujeres tuvieron oportunidad de ocupar los lugares de otras, así como de dar tanto su consentimiento explícito o desautorización.
Finalmente, se recomienda pasar al “círculo de reflexión”.
JUSTIFICACIÓN PEDAGÓGICA
Por un lado, este ejercicio sirve como calentamiento grupal ya que nos sitúa en una energía de relajación, escucha y concentración. Además, sirve para conectarnos como grupo y para darnos espacio como individuos.
A un nivel más profundo, que tiene lugar sobre todo a largo plazo y mediante la repetición de esta dinámica, trabajamos en nuestra capacidad para respetar los límites y la voluntad de otras personas, así como entender y marcar los nuestros con asertividad. Por un lado, tomamos conciencia a nivel físico y simbólico, del espacio que ocupamos, de lo que significa ocupar el espacio de otra persona y de lo que significa que ocupen nuestro espacio. Además, este ejercicio puede ayudar no solo a entender lo que significa pedir y dar consentimiento, sino a practicar fórmulas asertivas para darlo o denegarlo; así como a aceptar y respetar tanto si nos lo dan como no.
¿Por qué es importante entender y explorar de manera activa el consentimiento?
Cada persona tiene unos límites distintos y todo el mundo merece que se respeten los suyos. Cuando un hombre agrede a una mujer, no pide permiso. Cuando una mujer sufre o ha sufrido violencia sexual y/o machista, significa entre otras cosas, que su voluntad y sus límites, si es que se han podido expresar, no han sido respetados; o que ni siquiera, se ha dado espacio para que los expresen. Parte del proceso de rehabilitación e integración de las mujeres víctimas y sobrevivientes de violencia, consiste en su empoderamiento. Y parte de su empoderamiento tiene que ver con entender qué es el consentimiento y el reconocimiento de su capacidad para darlo o denegarlo. Cabe aclarar, que esta dinámica trata sobre nuestra capacidad, derecho y poder para dar o denegar consentimiento cuando se accede a nuestro espacio personal, así como nuestra responsabilidad de pedirlo y respetar el espacio personal de otra persona. Obviamente, esto puede incluir el consentimiento sexual, pero no se limita al mismo, ni estamos necesariamente enfocadas en él.
Resulta común que encontremos cierta resistencia o dotemos de connotaciones negativas al decir “no”. Sin embargo, normalizar el “no” ayuda a establecer límites sanos tanto física, como emocionalmente. Precisamente por este motivo, es importante realizar el “círculo de reflexión”, en el cual las mujeres puedan sacar sus propias conclusiones; e integrar, a su propio ritmo lo aprendido.
CONSIDERACIONES DE FACILITACIÓN
Para que la dinámica de este ejercicio funcione, es importante estar concentradas y relajadas. Si la facilitadora siente que el grupo está un poco disperso, o que les cuesta concentrarse, puede ayudarlas proponiendo que hagan tres respiraciones conjuntas. Para ello, pueden agarrarse las manos, mirarse las unas a las otras, y respirar profundamente al ritmo que marque la facilitadora. También, la facilitadora puede enfatizar en la necesidad de hacer contacto visual con la persona que interactuamos; ya que esto facilitará una comunicación clara y eficiente. Por otro lado, la facilitadora, que será parte del ejercicio también, procurará mantener una energía relajada y a la vez, servir como modelo a la hora de preguntar y dar consentimiento (o no) con determinación y claridad.
Durante la segunda parte del ejercicio, cuando incluimos la posibilidad de decir “no”, puede suceder que las participantes encuentren cierta resistencia, que tiene que ver con la deseabilidad social de decir que “si”. Precisamente por este motivo, es muy importante que la facilitadora sirva de modelo al decir que no, con asertividad y con naturalidad así como a la hora de aceptar que no le den consentimiento para tomar el lugar de otra persona.
Por otro lado, si es la primera vez que se realiza este ejercicio, es muy importante dar tiempo suficiente al espacio de discusión y reflexión conjunta (círculo de reflexión).
CÍRCULO DE REFLEXIÓN
SOBRE EL CÍRCULO DE REFLEXIÓN:
La práctica reflexiva tiene enormes beneficios en el aumento de la autoconciencia, que es un componente clave de la inteligencia emocional, y en el desarrollo de una mejor comprensión de los demás y de una misma. Además, nos ayuda a desarrollar nuestro pensamiento creativo y fomenta la participación. Las experiencias y los descubrimientos que surgen a través del juego teatral se ven afianzados cuando se articulan y se comparten con el resto de grupo. Por eso, es importante que después de cada actividad, incluida esta, se genere un espacio para reflexionar sobre la misma.
Para ello, proponemos que las mujeres hagan un círculo (pueden estar paradas, o sentadas, según necesiten) y que se les invite a compartir cómo vivieron el ejercicio. La duración de este círculo puede variar, dependiendo de las necesidades del grupo y del momento. Si es la primera vez que se realiza el ejercicio, conviene tomarse más tiempo. El círculo de reflexión pretende ser un diálogo entre las participantes, en el cual, además de compartir sus propias reflexiones, pueden escuchar y nutrirse de las de sus compañeras. La facilitadora ha de moderar esta conversación, asegurándose por un lado de que haya una participación equitativa, es decir, que todas las voces sean escuchadas, así como promoviendo la reflexión mediante preguntas. En este sentido, la facilitadora tiene libertad para elegir las preguntas que le resulten más apropiadas en cada momento. No obstante, sugerimos algunas preguntas a continuación:
PARA ESTE EJERCICIO:
¿Cómo se sienten ahora? ¿Hay algo que les gustaría compartir?
¿Hubo algo que les llamó la atención?
¿Cómo se sintieron cuando le pedían consentimiento a una compañera para tomar su lugar? ¿Cómo se sintieron cuando les dijeron que sí? ¿Y cuando les dijeron que no?
¿Cómo se sintieron cuando les pedían su consentimiento? ¿Qué les costaba más, decir que sí o que no?
¿Cómo definirías el consentimiento? ¿Qué es para ti el consentimiento? ¿Crees que es importante? ¿por qué?
¿En qué situaciones de tu vida sueles pedir consentimiento?
¿Cómo te hace sentir cuando alguien hace algo que te afecta sin tu consentimiento? ¿Y cuándo alguien te pide consentimiento antes de hacer algo que te afecta de manera personal?
BIBLIOGRAFÍA
Este juego fue tomado y adaptado de la Dra. Jessica Hartley, pedagoga y maestra en la universidad Central School of Speech and Drama de Londres, Inglaterra, durante la maestría de Entrenamiento y Coaching para actores (2019-2020)
Pérez Hernández, Y. (2016). Consentimiento sexual: un análisis con perspectiva de género. Rev. Mex. Sociol vol.78 no.4. Recuperado el 25 de mayo de 2020, de: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0188-25032016000400741>
- Juegos de pelotas
NIVEL
Iniciación y Calentamiento
NOMBRE DE LA ACTIVIDAD
Juegos de pelotas
NÚMERO DE PERSONAS
4-30
TIEMPO ESTIMADO
15-20 minutos
MATERIALES
Tres pelotas del mismo tamaño y de materiales relativamente blandos para no lastimarse. Idealmente, se recomienda utilizar pelotas de malabares que se pueden comprar o incluso fabricar de la siguiente forma:
*Materiales: por cada pelota necesitarás un calcetín viejo, aguja e hilo y alguno de estos materiales a elegir: arroz, de lentejas o de arena (un vaso aproximadamente)
*Instrucciones: Coloca una medida del arroz, arena o lentejas dentro del calcetín (la parte donde va el pie). Una vez introducida, corta el sobrante de tela y con aguja e hilo, cose la bola para cerrarla.
INSTRUCCIONES DE FACILITACIÓN
Existen distintas versiones de los juegos de pelotas:
- a) ¡Que no caiga!
Comenzamos en círculo, de pie, y con una distancia la una de la otra que nos permita movernos con comodidad. El juego consiste en pasarse la pelota de una a otra, procurando que esta se mantenga en el aire sin caer al piso, durante el mayor tiempo posible. Para ello, nos aseguraremos de hacer previo contacto visual con la persona a quien le vamos a lanzar la pelota. Al avanzar el juego, y si el grupo alcanza cierta fluidez, se puede incorporar una segunda pelota.
Cuando las participantes hayan alcanzado un buen manejo de la actividad, la facilitadora puede sugerir que se rompa el círculo, y que caminen por el espacio, mientras se siguen lanzando la pelota, esta vez en movimiento, procurando que esta no caiga al suelo.
- b) Nombres
Comenzamos en círculo, de pie, y con una distancia la una de la otra que nos permita movernos con comodidad. El juego consiste en pasarse la pelota de una a otra, con las siguientes pautas:
Antes de lanzar la pelota, hacemos contacto visual con la persona a la cual se la vamos a lanzar, asegurándonos de que está lista para recibir y mientras lanzamos, decimos el nombre de la persona a la que va dirigida. Al avanzar el juego, y si el grupo alcanza cierta fluidez, se puede incorporar una segunda pelota.
- c) Lanzar preguntas
Comenzamos en círculo, de pie, y con una distancia la una de la otra que nos permite movernos con comodidad. El juego consiste en pasarse la pelota, al mismo tiempo que nos “lanzamos” preguntas y respondemos a ellas.
Antes de lanzar la pelota, hacemos contacto visual con la persona a la cual se la vamos a lanzar, asegurándonos de que está lista para recibir y mientras lanzamos, formulamos una pregunta sencilla a la persona a la que va dirigida (ej: ¿cuál es tu color favorito? O, ¿qué desayunaste hoy? Quien recibe la pelota y por ende, la pregunta, ha de contestar a la misma y después buscar con la mirada a otra participante, para lanzar de nuevo la pelota acompañada de una pregunta.
*Se pueden hacer tantas rondas cómo se deseen de cualquiera de las tres variantes, hasta que la facilitadora sienta que la energía va disminuyendo y entonces indique el fin del ejercicio.
Si es la primera vez que se realiza el ejercicio, se realiza un círculo de reflexión. Si ya se realizó varias veces, bastaría con un simple chequeo general, para ver cómo se sienten las participantes.
JUSTIFICACIÓN PEDAGÓGICA
El contexto de juego, que además supone un reto, ilusiona a las participantes, nos conecta con el presente, y nos da un marco para involucrar todo nuestro cuerpo.
Para lograr el objetivo común de que las pelotas no caigan al piso, es necesario establecer contacto visual y escuchar los ritmos y cuerpos de las otras mujeres, lo cual nos ayuda a conectarnos y a fomentar los vínculos de sororidad entre ellas.
Se trata de lograrlo en equipo. No es suficiente con lanzar bien por ejemplo, sino que me aseguro de que la otra persona reciba bien y además apoyo al grupo con mi concentración y predisposición. Esto tiene que ver con el cuidado, como cuido del grupo, de mí misma y de cada una de mis compañeras.
Por último, implícito en este juego está el binomio lanzar(dar)-recibir, el cual sirve como analogía para reflexionar sobre las relaciones igualitarias (basadas en el respeto y cooperación) y equitativas (en las cuales ambas partes tienen los mismos derechos y deberes)
CONSIDERACIONES DE FACILITACIÓN
Es muy posible, sobre todo la primera o primeras veces que se realiza este ejercicio, que las pelotas se caigan todo el tiempo, y eso genera desconcentración, la cual se verá reflejada en risas nerviosas, comentarios, etc.
Hay distintas pautas que podemos dar a las participantes para mejorar la concentración y por tanto la calidad de los lanzamientos y la fluidez. La facilitadora ha de explicar y también ejemplificar estas pautas:
*Contacto visual siempre: no basta con mirar a la persona a quien le voy a lanzar la pelota, sino que tengo que hacer contacto visual con ella, para asegurarse de que está preparada para recibir.
* Acompañar el lanzamiento con la respiración y con el movimiento: por ejemplo, si lanzamos con la mano derecha, damos un paso atrás con la pierna derecha, y nos preparamos para lanzar llevando nuestro cuerpo ligeramente hacia atrás, Cuando lanzamos, nuestra pierna derecha se adelanta un paso y nuestro cuerpo viaja ligeramente hacia delante. Como si nuestro cuerpo acompañara el movimiento que hace la pelota.
*Lanzar la pelota de abajo hacia arriba, generando una curvatura en el lanzamiento que ayude a que sea más fácil seguir su trayectoria y atraparla, así como a disminuir riesgos de accidentes o golpes.
* No remarcar los fallos: cuando se cae la pelota al suelo, no tenemos que hacer un gran barullo, ni comentarlo, sino simplemente tomarla del suelo, hacer contacto visual de nuevo y seguir adelante.
CÍRCULO DE REFLEXIÓN
SOBRE EL CÍRCULO DE REFLEXIÓN:
La práctica reflexiva tiene enormes beneficios en el aumento de la autoconciencia, que es un componente clave de la inteligencia emocional, y en el desarrollo de una mejor comprensión de los demás y de una misma. Además, nos ayuda a desarrollar nuestro pensamiento creativo y fomenta la participación. Las experiencias y los descubrimientos que surgen a través del juego teatral se ven afianzados cuando se articulan y se comparten con el resto de grupo. Por eso, es importante que después de cada actividad, incluida esta, se genere un espacio para reflexionar sobre la misma.
Para ello, proponemos que las mujeres hagan un círculo (pueden estar de pie, o sentadas, según necesiten) y que se les invite a compartir cómo vivieron el ejercicio. La duración de este círculo puede variar, dependiendo de las necesidades del grupo y del momento. Si es la primera vez que se realiza el ejercicio, conviene tomarse más tiempo. El círculo de reflexión pretende ser un diálogo entre las participantes, en el cual, además de compartir sus propias reflexiones, pueden escuchar y nutrirse de las de sus compañeras. La facilitadora ha de moderar esta conversación, asegurándose por un lado de que haya una participación equitativa, es decir, que todas las voces sean escuchadas, así como promoviendo la reflexión mediante preguntas. En este sentido, la facilitadora tiene libertad para elegir las preguntas que le resulten más apropiadas en cada momento. No obstante, sugerimos algunas preguntas a continuación.
PARA ESTE EJERCICIO:
¿Cómo se sienten ahora?
¿Qué fue lo que más les gustó del ejercicio?
¿Qué cosas de las que hicieron, les parecen importantes para lograr su objetivo? Es decir, que las pelotas no cayeran al piso
¿Quién cree que tenía más responsabilidad, la persona que lanzaba o la persona que recibía? ¿O las dos por igual?
¿Qué significa para ustedes la igualdad? ¿Creen que debería haber igualdad entre las personas?
Les voy a leer una frase: “ hombres y mujeres deben recibir los mismos derechos y beneficios, las mismas oportunidades y ser tratados con el mismo respeto”. ¿Qué les parece esto?
BIBLIOGRAFÍA
El origen de este juego es incierto, ya que está mundialmente extendido, y en sus distintas variaciones (que son más de las que hemos presentado) forma parte del repertorio de casi cualquier pedagogo teatral, facilitador de teatro aplicado o director de escena. Sin embargo, Michael Chéjov (1891-1995), fue uno de los grandes propulsores, utilizando estos juegos de lanzar pelotas para fomentar la conexión grupal y aumentar la conexión psico-física (mente cuerpo).
Bowditch, Casazza y Thornton. (2018). Physical dramaturgy. Londres: Routledge.
Gobierno de México. Ley general para la igualdad entre mujeres y hombres. Diario Oficial de la Federación 08/2006. DOF 14-06-2018. Recuperado el 10 de Junio de 2021, de: http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/LGIMH_140618.pdf